Biografía de Juan Pablo II
Karol
Józef Wojtyła, conocido como Juan Pablo II desde su elección al papado en
octubre de 1978, nació en Wadowice, una pequeña ciudad a 50 kms. de Cracovia,
el 18 de mayo de 1920. Era el más pequeño de los tres hijos de Karol Wojtyła y
Emilia Kaczorowska. Su madre falleció en 1929. Su hermano mayor Edmund (médico)
murió en 1932 y su padre (suboficial del ejército) en 1941. Su hermana Olga
murió antes de que naciera él.
Fue
bautizado por el sacerdote Franciszek Zak el 20 de junio de 1920 en la Iglesia
parroquial de Wadowice; a los 9 años hizo la Primera Comunión, y a los 18
recibió la Confirmación. Terminados los estudios de enseñanza media en la
escuela Marcin Wadowita de Wadowice, se matriculó en 1938 en la Universidad
Jagellónica de Cracovia y en una escuela de teatro.
Cuando
las fuerzas de ocupación nazi cerraron la Universidad, en 1939, el joven Karol
tuvo que trabajar en una cantera y luego en una fábrica química (Solvay), para
ganarse la vida y evitar la deportación a Alemania.
A partir
de 1942, al sentir la vocación al sacerdocio, siguió las clases de formación
del seminario clandestino de Cracovia, dirigido por el Arzobispo de Cracovia,
Cardenal Adam Stefan Sapieha. Al mismo tiempo, fue uno de los promotores del
"Teatro Rapsódico", también clandestino.
Tras la segunda guerra mundial, continuó sus estudios en el seminario
mayor de Cracovia, nuevamente abierto, y en la Facultad de Teología de la
Universidad Jagellónica, hasta su ordenación sacerdotal en Cracovia el 1 de
noviembre de 1946 de manos del Arzobispo Sapieha.
Seguidamente fue enviado a Roma, donde, bajo la
dirección del dominico francés Garrigou-Lagrange, se doctoró en 1948 en
teología, con una tesis sobre el tema de la fe en las obras de San Juan de la
Cruz (Doctrina de fide apud Sanctum Ioannem a Cruce). En aquel período
aprovechó sus vacaciones para ejercer el ministerio pastoral entre los
emigrantes polacos de Francia, Bélgica y Holanda.
En 1948 volvió a Polonia, y fue vicario en diversas
parroquias de Cracovia y capellán de los universitarios hasta 1951, cuando
reanudó sus estudios filosóficos y teológicos. En 1953 presentó en la
Universidad Católica de Lublin una tesis titulada "Valoración de la
posibilidad de fundar una ética católica sobre la base del sistema ético de Max
Scheler". Después pasó a ser profesor de Teología Moral y Etica Social en
el seminario mayor de Cracovia y en la facultad de Teología de Lublin.
El 4 de
julio de 1958 fue nombrado por Pío XII Obispo titular de Olmi y Auxiliar de
Cracovia. Recibió la ordenación episcopal el 28 de septiembre de 1958 en la
catedral del Wawel (Cracovia), de manos del Arzobispo Eugeniusz Baziak.
El 13 de
enero de 1964 fue nombrado Arzobispo de Cracovia por Pablo VI, quien le hizo
cardenal el 26 de junio de 1967, con el título de San Cesareo en Palatio,
Diaconía elevada pro illa vice a título presbiteral.
Además de
participar en el Concilio Vaticano II (1962-1965), con una contribución
importante en la elaboración de la constitución Gaudium et spes, el Cardenal
Wojtyła tomó parte en las cinco asambleas del Sínodo de los Obispos anteriores
a su pontificado.
Los
cardenales reunidos en Cónclave le eligieron Papa el 16 de octubre de 1978.
Tomó el nombre de Juan Pablo II y el 22 de octubre comenzó solemnemente su
ministerio petrino como 263 sucesor del Apóstol Pedro. Su pontificado ha sido
uno de los más largos de la historia de la Iglesia y ha durado casi 27 años.
Juan
Pablo II ejerció su ministerio petrino con incansable espíritu misionero,
dedicando todas sus energías, movido por la "sollicitudo omnium
Ecclesiarum" y por la caridad abierta a toda la humanidad. Realizó 104
viajes apostólicos fuera de Italia, y 146 por el interior de este país. Además,
como Obispo de Roma, visitó 317 de las 333 parroquias romanas.
Más que
todos sus predecesores se encontró con el pueblo de Dios y con los responsables
de las naciones: más de 17.600.000 peregrinos participaron en las 1166
Audiencias Generales que se celebran los miércoles. Ese numero no incluye las
otras audiencias especiales y las ceremonias religiosas [más de 8 millones de
peregrinos durante el Gran Jubileo del año 2000] y los millones de fieles que
el Papa encontró durante las visitas pastorales efectuadas en Italia y en el
resto del mundo. Hay que recordar también las numerosas personalidades de
gobierno con las que se entrevistó durante las 38 visitas oficiales y las 738
audiencias o encuentros con jefes de Estado y 246 audiencias y encuentros con
Primeros Ministros.
Su amor a
los jóvenes le impulsó a iniciar en 1985 las Jornadas Mundiales de la Juventud.
En las 19 ediciones de la JMJ celebradas a lo largo de su pontificado se
reunieron millones de jóvenes de todo el mundo. Además, su atención hacia la
familia se puso de manifiesto con los encuentros mundiales de las familias, inaugurados
por él en 1994.
Juan
Pablo II promovió el diálogo con los judíos y con los representantes de las
demás religiones, convocándolos en varias ocasiones a encuentros de oración por
la paz, especialmente en Asís.
Bajo su
guía, la Iglesia se acercó al tercer milenio y celebró el Gran Jubileo del año
2000, según las líneas indicadas por él en la carta apostólica Tertio millennio
adveniente; y se asomó después a la nueva época, recibiendo sus indicaciones en
la carta apostólica Novo millennio ineunte, en la que mostraba a los fieles el
camino del tiempo futuro.
Con el
Año de la Redención, el Año Mariano y el Año de la Eucaristía, promovió la
renovación espiritual de la Iglesia.
Realizó
numerosas canonizaciones y beatificaciones para mostrar innumerables ejemplos
de santidad de hoy, que sirvieran de estímulo a los hombres de nuestro tiempo:
celebró 147 ceremonias de beatificación -en las que proclamó 1338 beatos- y 51
canonizaciones, con un total de 482 santos. Proclamó a santa Teresa del Niño
Jesús Doctora de la Iglesia.
Amplió
notablemente el Colegio cardenalicio, creando 231 cardenales (más uno "in
pectore", cuyo nombre no se hizo público antes de su muerte) en 9
consistorios. Además, convocó 6 reuniones plenarias del colegio cardenalicio.
Presidió
15 Asambleas del Sínodo de los obispos: 6 generales ordinarias (1980, 1983,
1987, 1990, 1994 y 2001), 1 general extraordinaria (1985) y 8 especiales (1980,
1991, 1994, 1995, 1997, 1998 (2) y 1999).
Entre sus
documentos principales se incluyen: 14 Encíclicas, 15 Exhortaciones
apostólicas, 11 Constituciones apostólicas y 45 Cartas apostólicas.
Promulgó
el Catecismo de la Iglesia Católica, a la luz de la Revelación, autorizadamente
interpretada por el Concilio Vaticano II. Reformó el Código de Derecho Canónico
y el Código de Cánones de las Iglesias Orientales; y reorganizó la Curia
Romana.
Publicó
también cinco libros como doctor privado: "Cruzando el umbral de la
esperanza" (octubre de 1994);"Don y misterio: en el quincuagésimo
aniversario de mi ordenación sacerdotal" (noviembre de 1996);
"Tríptico romano - Meditaciones", libro de poesías (marzo de 2003);
“¡Levantaos! ¡Vamos!” (mayo de 2004) y “Memoria e identidad” (febrero de 2005).
Juan Pablo II falleció el 2 de abril de 2005, a las
21.37, mientras concluía el sábado, y ya habíamos entrado en la octava de
Pascua y domingo de la Misericordia Divina.
Desde
aquella noche hasta el 8 de abril, día en que se celebraron las exequias del
difunto pontífice, más de tres millones de peregrinos rindieron homenaje a Juan
Pablo II, haciendo incluso 24 horas de cola para poder acceder a la basílica de
San Pedro.
El 28 de
abril, el Santo Padre Benedicto XVI dispensó del tiempo de cinco años de espera
tras la muerte para iniciar la causa de beatificación y canonización de Juan
Pablo II. La causa la abrió oficialmente el cardenal Camillo Ruini, vicario
general para la diócesis de Roma, el 28 de junio de 2005.
El Papa
Benedicto XVI lo beatificó el 1 de mayo de 2011.
Anécdotas y curiosidades de Juan Pablo II
Un
interesante conjunto de anécdotas y datos sobre el Sumo Pontífice que nos
enseñan sus muchas facetas como ser humano y como Vicario de Cristo.
Por Guido
Adolfo Rojas Zamorano
- En su infancia sus amigos lo llamaban Lolek, y todavía usan ese diminutivo sus parientes y algunos íntimos suyos de Polonia
- De joven mostró un gran interés por el teatro y la literatura polaca
- Trabajó arduamente como obrero en una cantera
- Es el primer Papa polaco, y el primero venido de un país comunista
- Cuando gozaba de buena salud fue aficionado al esquí, escalar montañas y montar en canoa de remo
- Fue el primero que repitió el nombre de su predecesor -Juan Pablo I-.
- Es el primer Papa en ser herido de un tiro en la calle
- Es el primer Pontífice en ingresar a un hospital público.
- Según una encuesta realizada en la diócesis de Indiana (EEUU), lo que más les llama la atención a los feligreses es su sonrisa, la devoción mariana, su dominio de varios idiomas, el perdón concedido al que quiso asesinarlo y su amor a los niños y los pobres
- De acuerdo con un estudio efectuado en 22 países de América Latina, España y Portugal a más de 40 mil estudiantes de secundaria; reveló que los jóvenes admiran principalmente a personajes solidarios. Juan Pablo II ocupó el primer lugar y la madre Teresa de Calcuta el segundo
- En Navidad, suele obsequiar a algunas amistades, a los cardenales y a todos los trabajadores del Vaticano; una botella de vino y un pan dulce de limón con pasas
- Todos los viernes santos va a confesar a la basílica de San Pedro. Bautiza en su capilla privada a los hijos de sus amigos o a los de sus más modestos colaboradores, y casó a una mecanógrafa con un cerrajero
- Es el autor de cuatro libros y más de 500 artículos y ensayos
- En marzo del 2003, el Vaticano presentó el sexto libro de poemas místicos escritos por Juan Pablo II, que lleva por título Tríptico Romano
- Ha realizado tres exorcismos durante su pontificado, el más conocido fue en 1982, a una joven mujer que se revolcaba en el piso durante la audiencia general en el Vaticano
- El 13 de abril de 1986 realizó un gesto histórico al visitar la sinagoga de Roma, situada frente al Vaticano, al otro lado del río Tíber
- El 12 de marzo de 2000, pidió perdón por las faltas humanas cometidas en la Iglesia Católica en toda su historia. Haciendo referencia a las cruzadas, la inquisición, la discriminación hacia las mujeres y las etnias
- El 6 de mayo del 2001, se convirtió en el primer pontífice romano que ora en una mezquita; la de los Omeyas, en Damasco, Siria.
- En mayo del 2002, se reunió en la plaza de San Pedro con cientos de ex prostitutas durante la audiencia general
- En ese mismo mes, después del encuentro ecuménico de oración en Asís, Juan Pablo II mandó un mensaje a los jefes de estado, invitándolos a adoptar una lista de diez compromisos por la paz mundial
- Tras el encuentro de Asís, por primera vez después del cisma entre Oriente y Occidente de 1054, una delegación oficial de la Iglesia Ortodoxa Griega (la más reacia a Roma junto con el patriarcado de Moscú), fue recibida por el Papa Juan Pablo II en el Vaticano
- El 16 de octubre del 2002, al celebrar el 24 aniversario de su elección, proclamó en la plaza de San Pedro que cumplirá su misión hasta el final
- En agosto del 2002, viajó a su tierra natal Polonia, donde realizó una misa en Cracovia ante más de dos millones de fieles; siendo hasta el momento la más grande de la historia
- El 14 de noviembre del 2002 visitó el parlamento italiano, la primera vez que el jefe de la Iglesia Católica lo hacia en 150 años. Su discurso se centró en el terrorismo internacional y la globalización; y fue tan elocuente que al verlo por la televisión el mafioso italiano Benedetto Marciante, capo de la Cosa Nostra y acusado de homicidio y de extorsión, se entregó a la policía romana
- A partir de enero del 2003, las meditaciones, pensamientos e inquietudes del papa, pueden ser escuchadas por los fieles a través de los teléfonos móviles en Italia
- En junio del 2003, a sus 83 años de edad, completó su viaje número cien al llegar a Croacia
- El 19 de julio del 2003, se dio a conocer la noticia que el Papa había destinado cerca de ocho millones de dólares para obras de caridad en numerosos países del mundo. La donación se utilizará en proyectos de educación, salud, formación profesional, vivienda, protección de mujeres, niños y ancianos
- Una montaña del polo sur llevará el nombre del Papa Juan Pablo II, como homenaje a sus 25 años de pontificado.
Guido
Adolfo Rojas Zamorano es licenciado en Ciencias Religiosas por la Pontificia
Universidad Javeriana de Botogá (Colombia).
Fechas importantes en la
vida de Juan Pablo II
1920
- 18 de mayo
Karol Wojtyla nace en Wadowice, cerca de Cracovia. Es el segundo hijo de Karol Wojtyla y Emilia Kaczorowska.
1929
- Muerte de su madre.
1938
- Muerte de su hernano mayor,
Edward.
Karol se matricula en la facultad de letras de la Universidad Jagellon de Cracovia.
1939
- 1 de septiembre
Karol ayuda a la misa en la Catedral de Wawel, momento en que los alemanes comienzan a bombardear la ciudad.
1944
- Octubre
Karol Wojtyla vive en la clandestinidad en el palacio episcopal.
1945
- 17 de enero
Las tropas del Ejército Rojo liberan la ciudad de Cracovia.
1946
- 01 de noviembre
Ordenado sacerdote por el Cardenal Adamo Stefano Sapieha, en Cracovia.
1946-1948
- Estudios superiores en Roma para completar su formación teológica.
1948
- Regreso a Polonia. Karol Wojtyla defiende su tesis doctoral sobre la fe según San Juan de la Cruz.
1949
- Destinado como vicario a la parroquia de Niegowiec, en la diócesis de Tarnow, al este de Cracovia.
1950
- 14 de abril
Firma de un acuerdo político entre el régimen comunista y la Iglesia.
1951
- Destinado como vicario a la parroquia de Saint-Florian, la más importante de Cracovia.
1952
- Inicia su doctorado en filosofía, dedicado al filósofo alemán Max Scheler.
1953
- 24 de septiembre
El Cardenal Wyszynski es condenado a aislamiento, que terminará en 1956, durante la primavera polaca. - 9 de noviembre
El gobierno comunista polaco impone por decreto su estricto control en todos los nombramientos a los opuestos eclesiásticos. - Karol Wojtyla es nombrado profesor de Teología Moral y de Ética Social en la Facultad de Teología de Cracovia.
1954
- El régimen comunista cierra la Facultad de Teología de Cracovia.
1956
- Karol Wojtyla funda el Instituto de Moral en la Universidad Católica de Lublin, donde desde 1954 ocupa la cátedra de Ética.
1958
- 28 de septiembre
Nombrado Obispo auxiliar de Cracovia.
1960
- Publica: Amor y responsabilidad.
1962
- Designado administrador interino de la diócesis de Cracovia.
1964
- 13 de enero
El Papa Paulo VI lo nombra Arzobispo de Cracovia. Su consagración es el 13 de junio.
1967
- 29 de mayo
Paulo VI lo nombra Cardenal. - Septiembre
No asiste al sínodo convocado por el Papa para protestar contra las autoridades polacas por negarse a conceder un pasaporte al Cardenal Wyszynski.
1969
- 11 - 27 de octubre
Tras el sínodo extraordinario dedicado al "episcopado, la colegialidad, el Papa, Roma y las iglesias locales", defiende el principio de la colegialidad dentro del gobierno de la Iglesia.
1971
- Elegido en 3º lugar (en segunda vuelta) en el Concilio de la Secretaría General en Roma.
- 30 septiembre - 6 noviembre
Intervención destacada en el segundo sínodo consagrado al sacerdocio ministerial y a la justicia en el mundo. En cuanto al celibato de los sacerdotes, se muestra hostil ante los modernistas holandeses y defiende la "connaturalidad entre el celibato y el sacerdocio".
1974
- En el tercer sínodo consagrado a la evangelización, interviene de forma crítica en cuanto a la "teología de la liberación", haciendo recordar que el marxismo no deja ninguna alternativa de existencia a la Iglesia.
1976
- Paulo VI lo elige para llevar a cabo la predicación de la Cuaresma.
- Agosto
Participa en el Congreso Eucarístico de Filadelfia.
1978
- Nombrado miembro de la Congregación para la Educación Católica.
- 16 de octubre
Elección del Cardenal Karol Wojtyla como sucesor de San Pedro. - 17 de octubre
El nuevo Papa concelebra su primera misa en la Capilla Sixtina. - 22 de octubre
Inicio de sus funciones y primer discurso.
Preguntas y respuestas
sobre Juan Pablo ii
1. ¿Cómo
fue la infancia y la juventud de Juan Pablo II?
Karol
Wojtyla nació el 18 de Mayo de 1920 en Wadowice, sur de Polonia. Su familia
estaba compuesta por su padre, de nombre Karol, un militar del ejército
austro-húngaro, su madre, Emilia, una joven sileciana de origen lituano, y un
hermano adolescente de nombre Edmund. Los padres de Karol Wojtyla lo bautizaron
a los pocos días de nacer en la Iglesia de Santa María de Wadowice. A los 9
años de edad recibió un duro golpe: el fallecimiento de su madre al dar a luz a
una niña que murió antes de nacer. Años más tarde falleció su hermano y en 1941
murió su padre.
Uno de
sus profesores, el Padre Zacher, recuerda a Karol como un niño muy inteligente,
en algunos momentos de mirada triste, muy emotivo y amante de la libertad. Se
le daban de maravilla las lenguas antiguas y modernas, un poco peor la física y
la química, y muy bien la literatura, la historia, el deporte (todo tipo de
deporte: el esquí, el remo, la natación, el montañismo), la música, la poesía.
Pero lo que más le gustaba era el teatro, llegando a fundar el grupo de teatro
Estudio 39. Al tiempo que se ganaba el pan de cada día picando piedra, a veces
a treinta grados bajo cero, Karol y sus amigos se servían del teatro en esos
años durísimos del nazismo para llenar de contenido su vida y la de los demás,
entre arrestos de la Gestapo y bombardeos de la Luftwaffe.
2. ¿Cómo
Juan Pablo II descubrió y desarrolló su vocación al sacerdocio?
Dada su
gran inquietud por el teatro y las artes literarias polacas, cuando aún estaba
en el colegio Karol Wojtyla pensaba seriamente en la posibilidad de continuar
estudios de filología y lingüística polaca, pero un encuentro con el Cardenal
Sapieha durante una visita pastoral, le hizo considerar seriamente la
posibilidad de seguir la vocación que tenía impresa -entonces aún sin develarse
plenamente- en el corazón: el sacerdocio.
Al
desatarse la segunda guerra mundial los alemanes cerraron todas las
Universidades de Polonia con el objetivo de invadir no sólo el territorio sino
también la cultura polaca. Frente a esta situación Karol Wojtyla con un grupo
de jóvenes organizaron una Universidad clandestina en donde estudió filosofía,
idiomas y literatura. Poco antes de decidir su ingreso al seminario, el joven
Karol tuvo que trabajar arduamente como obrero en una cantera. Según relata el
hoy Pontífice, esta experiencia le ayudó a conocer de cerca el cansancio
físico, así como la sencillez, sensatez y fervor religioso de los trabajadores
y los pobres.
En 1942
ingresó al Departamento teológico de la Universidad Jaguelloniana. Durante
estos años tuvo que vivir oculto, junto con otros seminaristas, quienes fueron
acogidos por el Cardenal de Cracovia. El 1 de Noviembre de 1946, a la edad de
26 años, Karol Wojtyla fue ordenado sacerdote en el Seminario Mayor de Cracovia
y celebró su primera Misa en la Cripta de San Leonardo en la Catedral de Wavel.
3. ¿Cómo
fue la vida de Karol Wojtyla de joven sacerdote y obispo?
Al poco
tiempo de su ordenación obtuvo la licenciatura de Teología en la Universidad
Pontificia de Roma
Angelicum y más adelante se doctoró en Filosofía. Si en
filosofía se especializó en la ética de Max Scheler, en teología lo hizo en
nuestro místico español San Juan de la Cruz. Durante algún tiempo se desempeñó
como profesor de ética en la Universidad Católica de Lublin y en la Universidad
Estatal de Cracovia. Junto a la docencia ejerció una intensa labor apostólica,
especialmente con los jóvenes, con quienes compartía tanto momentos de
reflexión y oración como espacios de distracción y aventura al aire libre.
Con 38
años fue consagrado Obispo Auxiliar del Administrador Apostólico de Cracovia,
Monseñor Baziak, convirtiéndose en el miembro más joven del Episcopado Polaco.
Participó activamente en el Concilio Vaticano II, especialmente en las
comisiones responsables de elaborar las constituciones Lumen Gentium y Gaudium
et Spes. Con el fallecimiento, en 1964, de Monseñor Baziak, Wojtyla ocupó la
sede de Cracovia como titular. Dos años después, el Papa Pablo VI convierte a
Cracovia en Arquidiócesis. Durante su labor como Arzobispo, el futuro Papa se
caracterizó por la integración de los laicos en las tareas pastorales, la
promoción del apostolado juvenil y vocacional, la construcción de templos a
pesar de la fuerte oposición del régimen comunista, la promoción humana y
formación religiosa de los obreros y el aliento del pensamiento y las
publicaciones católicas.
4. ¿Cómo
fue la elección de Juan Pablo II?
En mayo
de 1967, a los 47 años de edad, el Arzobispo Wojtyla fue creado Cardenal por el
Papa Pablo VI. En 1974 el nuevo Cardenal ordenó a 43 nuevos sacerdotes, en la
ordenación sacerdotal más numerosa desde que terminó la Segunda Guerra Mundial.
En 1978
muere el Papa Pablo VI y es elegido nuevo Papa el Cardenal Albino Luciani de 65
años quien tomó el nombre de Juan Pablo I. El “Papa de la Sonrisa”, sin
embargo, fallece a los 33 días de su nombramiento. El 15 de octubre de 1978,
luego de un nuevo cónclave, el Cardenal polaco Karol Wojtyla es elegido como el
sucesor de San Pedro, rompiendo con la tradición de más de 400 años de elegir
Papas de origen italiano. El 22 de Octubre de 1978 fue investido como Sumo
Pontífice asumiendo el nombre de Juan Pablo II.
Si al
asomarse al balcón principal de la fachada de la Basílica de San Pedro el nuevo
Papa se presentó como un obispo “de un país lejano”, el primer comentario que
minutos antes había hecho Juan Pablo II, mientras el sastre le retocaba una de
las tres sotanas bancas preparadas de antemano para el Papa recién elegido,
fue: “Desde luego, por falta de valor de los señores cardenales para elegir a
un Papa de Polonia no ha quedado…”. Y añadió, resignado y sonriente, la frase
con la que empieza y termina todas y cada una de sus intervenciones públicas:
“¡Alabado sea Jesucristo!”.
5. ¿Por
qué es excepcional el pontificado de Juan Pablo II?
Dice el
Padre Joaquín Alliende, uno de los hombres de confianza del Papa para las
catequesis de las Jornadas Mundiales de la Juventud, que si todos los papas son
providenciales, algunos, como Juan Pablo II, además son excepcionales.
“He visto
que un Papa no es bastante para abrazar a cada uno. Sin embargo, no puede haber
más que un Papa y no sé como multiplicarlo”, dijo en su primera audiencia el
Papa Wojtyla. Lo cierto es que este Papa, que será recordado por muchas cosas,
lo será también por haber sabido como solucionar este problema. El ha llevado
el barco de la Iglesia como un Padre que bendice a cada uno de sus hijos antes
de acostarlos cada noche. Ciertamente se ha multiplicado más que nadie, más que
ningún otro Papa había podido hacerlo, y en este multiplicarse ha alcanzado
muchos récords que bien podrían aparecer en el libro del guinness: Casi un
centenar de viajes fuera de Italia, muchos de ellos a más de cinco países a la
vez, trece encíclicas; más de ochenta exhortaciones y cartas apostólicas, miles
de alocuciones y mensajes, la personal atención a numerosos movimientos y
comunidades eclesiales, que sigue personalmente; las novedosas jornadas
mundiales de la juventud -año tras año desde 1985- con las que se ha convertido
en la persona que más gente ha congregado en la historia, llegando a reunir
varios millones de jóvenes.
6. ¿Por
qué el Papa es tan comunicativo y televisivo?
Juan
Pablo II no es un hombre de multitudes, sino de personas. El siempre esta entre
personas, se dirige a personas, provoca la reacción y la respuesta de personas,
y nunca de masas. Forma parte de su capacidad de espontánea concentración: mira
a cada persona. Y es indiferente a otra mirada, como la mirada de las cámaras o
de la televisiones, a las que nunca presta atención. Su telegenia es la
telegenia de alguien que no se deja dominar por la cámara, que no se presta a
la servidumbre de la imagen pública, y menos a la audiovisual. Él va a lo suyo,
y la cámara le sigue. Para él es mejor así, para la cámara, mucho mejor
todavía: actúa más libremente. En un estudio realizado en EEUU sobre Juan Pablo
II y la televisión, la primera conclusión fue ésta: “Juan Pablo II domina la
televisión ignorándola”. Y es que la televisión y el resto de los medios de
comunicación quedan fascinados y atraídos por la peculiar “autenticidad
semántica” de sus gestos.
Ciertamente
la telegenia de Juan Pablo II constituye un nuevo lenguaje religioso, una nueva
expresión del mensaje cristiano, una concreción más, entre muchas otras, de que
la “nueva evangelización” por el propiciada es nueva “en sus métodos, en su
ardor y en sus expresiones”, tal y como por vez primera la definió en Haití en
1983.
7. ¿El
Papa es de derechas o de izquierdas?
El Papa
–este Papa y todos los demás Papas- no es de derechas ni de izquierdas; es de
por encima; es decir, de otra dimensión que no tiene nada que ver con unas
categorías políticas que por otra parte están ya hasta pasadas de moda.
Lamentablemente, caemos todos, de manera especial, los católicos y desde luego
también muchos periodistas, en las trampas del lenguaje, que la sociedad actual
nos tiende constantemente. Una de ellas, cada vez más evidente, es la de
aplicar al mundo eclesial, al ámbito de la vivencia de la fe, categorías de
orden político, o económico, o de estructuración de la sociedad, que no tienen
nada que ver con la Iglesia. Ocurre también con la palabra democracia. El
Señor, en el Evangelio, no dijo “vamos a hacer unas elecciones, unas
primarias”; no, dijo: “tú eres Pedro, y eligió al que iba a ser cabeza de la
Iglesia”; ni tampoco dijo “voy a hacer un referéndum sobre la verdad” sino “yo
soy la verdad”. De modo que aplicar categorías de otro orden diverso a algo
como la Iglesia, no tiene el menor sentido y quienes lo hacen se equivocan. Si
lo hacen adrede, todavía se equivocan más, obviamente.
8. ¿Quién
quiso matar al Papa?
Veinte
años después de aquella trágica mañana del 13 de mayo en la plaza San Pedro, no
hay un solo dato incontrovertible que pueda permitir una respuesta precisa y
concreta a esta pregunta. Sólo quien lo hizo puede saberlo; pero de ninguna de
las investigaciones policiales y judiciales que siguen abiertas se ha podido
demostrar, con pruebas irrefutables, quién quiso asesinar a Juan Pablo II. Otra
cosa es que todas las indicaciones y pistas hagan pensar razonablemente en que
a la Unión Soviética que estaba dando sus últimas boqueadas como tal, le
interesaba mucho que alguien como Juan Pablo II dejara de hacer y decir lo que
él hacía y decía. Cuando Mijael Gorvachov, aludió indirectamente a esta
cuestión muchos años después, todo lo que dijo fue que la caída del muro de
Berlín y por tanto del comunismo, no hubiera sido posible sin Juan Pablo II. En
cualquier caso, esa ignominia tristemente histórica, pese sobre quien pese, es
ya lo de menos; lo que importa es que en cuanto el Papa pudo salir del
hospital, lo primero que hizo fue ir a dar un abrazo y perdonar a quien había
querido asesinarle.
9. ¿Ha
cambiado Juan Pablo II el curso de la historia contemporánea?
La
historia, como dijo hace ya muchos años el padre Bartolomeo Sorge, es como un
gran mosaico. Cada uno de los acontecimientos son las piezas que lo componen.
Tomados uno por uno, nada dicen: no son otra cosa que hechos para la crónica.
En cambio, leídos conjuntamente, componen un diseño que los trasciende y que
desvela su sentido más recóndito: de crónica se convierten en historia. Se hace
crónica cuando se escribe o se habla sobre el Papa polaco, sus orígenes
familiares, sus episodios de juventud; etc. Se hace historia, en cambio,
cuando, con mirada de fe, se comprende el papel que el Papa polaco, eslavo, ha
tenido en el final del comunismo y en la superación de la división del mundo en
bloques ideológicos. Es más que evidente que en este sentido el papel de Juan
Pablo II ha sido, venturosamente sigue siendo, absolutamente determinante, y
desde este punto de vista se puede afirmar
10. ¿Con
su edad y con su actual estado de salud ¿por qué no dimite el Papa?
En primer
lugar el Papa, ningún Papa, puede dimitir, porque ante quién lo va a hacer. En
todo caso, y si se cumpliesen unas condiciones extremas, el Papa podría
renunciar a su altísima misión. Para ello están establecidas en el código de
derecho canónico las condiciones de tal no deseable eventualidad. Se ha llegado
a plantear la hipótesis, ciertamente muy problemática de qué ocurriría si en un
determinado momento hubiera dos sumos pontífices vivos en la Iglesia: el que
hubiera renunciado y el nuevo que habría que elegir. El mismo día que comenzaba
su 25 año de pontificado, para dejar las cosas muy claras, Juan Pablo II dijo:
seguiré adelante hasta el final. Me pongo en manos de María: madre santísima
consígueme las fuerzas del alma y del cuerpo para que pueda cumplir hasta el
final la misión que me confió el resucitado. No parece, pues, que deba caber
duda alguna al respecto. Juan pablo II estará en su puesto hasta el final y
hasta el fondo. Cuando alguien de su confianza se atrevió no hace mucho a
comentarle preguntas parecidas a esta, el Papa respondió sonriendo: no renuncio
porque tampoco Cristo se bajó de la cruz y ciertamente, podía haberlo hecho.
11. ¿Qué
dicen del Papa sus Cardenales?
El
testimonio de estos tres cardenales bien pueden ser una pequeña muestra de cómo
se sienten privilegiados de poder formar parte de este pontificado:
Para el
Cardenal Martini, arzobispo emérito de Milán, “Juan Pablo II nunca se cansa de
subrayar la centralidad del hombre que, en nuestra civilización, está amenazado
por graves peligros. Su magisterio es garantía de llegar a la realización y
culminación de aquel acontecimiento que marcó para siempre nuestro siglo: el
Concilio Vaticano II”.
Para el
Cardenal Antonio María Rouco, Arzobispo de Madrid, “Hoy podemos decir que todo
lo que ha ocurrido en Europa Oriental no habría sucedido sin la presencia de
este Papa. Hoy, que en la historia de Europa ha habido un viraje profundísimo,
Juan Pablo II ha jugado -y juega en ello- un papel decisivo”.
Y para
Cardenal Jean Marie Lustiger, Arzobispo de París, “Esta es la etapa más fecunda
de su trayectoria pontificia, la de más proyección apostólica sobre este mundo
dominado por inmensos sufrimientos. Ante este mundo a la deriva Juan Pablo II
enarbola, con decisión y esperanza, la cruz de Cristo Salvador".
12.
¿Quién es Juan Pablo II para las mujeres más carismáticas de la Iglesia?
La Madre
Teresa de Calcuta, que en octubre de este año será beatificada por Juan Pablo
II, comentaba así la visita del Papa a Calcuta: “La gente decía: Dios ha venido
a estar entre nosotros. El Papa ama a los pobres. En la India fue
verdaderamente a la casa de los pobres y obligó a nuestro propio pueblo a abrir
los ojos. El Papa es un don de Dios”.
Para
Patti Mansfield, iniciadora en Estados Unidos de la experiencia de la
Renovación Carismática en el seno de la Iglesia Católica, Juan Pablo II “es un
tremendo regalo para la Iglesia y para el mundo por su santidad humana, su
oración, su sufrimiento, su brillantez intelectual, su carisma para atraer a la
gente hacia Dios, su atractivo para los jóvenes, su coraje para enfrentarse a
los poderes de este mundo, su firme defensa de la vida humana y el énfasis que
pone en transformar el poder en amor, su mensaje de esperanza en medio de tanto
pesimismo”.
Chiara
Lubich, fundadora del Movimiento de los Focolares, se fija sobre todo en que
Juan Pablo II “tiene una enorme capacidad de amar de un modo personalizado. Y
porque ama, es libre. Libre de esquemas preestablecidos, libre de abrazar a todos
los hombres. Aquello que él hace, por medio de su ministerio, adquiere una
dimensión tal, un peso tal, una influencia tal, que no se le puede comparar con
ningún otro personaje contemporáneo”.
13. ¿Qué
dicen del Papa sus más cercanos colaboradores?
Cuenta
así Joaquín Navarro Vals, director de la Sala Stampa del Vaticano, la oficina
de prensa más prestigiosa del mundo, que cuando vio por primera vez un texto
salido de la mano de Juan Pablo II comprobó que “en el ángulo superior derecho
de cada página, antes de redactar el texto, escribe una invocación jaculatoria.
Más adelante comprendí que esas jaculatorias de cada página componen el texto
de una oración que se desgrana, con pocas palabras por página, a lo largo de
los folios que en cada caso escribe. Así, el texto del documento o discurso, es
una reflexión que se desvela en el contexto de una plegaria. Y por tanto, lo
que escribe, es también oración: oración de la inteligencia. Escribir, para él,
es adentrarse con el pensamiento en un tema mientras la inteligencia,
simultáneamente, reza”.
Para el
Cardenal Camarlengo, Eduardo Martínez Somalo, “El Santo Padre dirige la Iglesia
con oración, con ascetismo, con caridad, con verdad, con humildad, con espíritu
de colegialidad. El Papa vive entregado a la Iglesia y la dirige con amor
apasionado y con una fidelidad inquebrantable a Cristo, y en Cristo y por
Cristo, por el bien de todos los hombres a cuyo encuentro va no sólo en las
audiencias romanas, sino en su peregrinar apostólico por el mundo como heraldo
del Evangelio”.
14.
MIKHAIL GORBACHOV. Ex-presidente de la URSS. Premio Nobel de la Paz, habla de
Juan Pablo II.
Su
Santidad Juan Pablo II ha merecido el reconocimiento y el profundo respeto de
miles y miles de personas, cosa que no me sorprende.
A partir
del año 1989, en que lo conocí por primera vez, nos hemos visto en muchas
ocasiones. Y en cada encuentro se reforzaba la convicción de que el Papa era un
hombre de una gran inteligencia, con la conciencia pura y dotado de nobles
propósitos. A Juan Pablo II lo han llamado a menudo el Gran Papa. No formo
parte de la Iglesia, pero estoy plenamente de acuerdo…A Juan Pablo II se le ha
visto a menudo como un gran político, y no podemos dejar de estar de acuerdo.
Es más, probablemente él es el político más grande de la época contemporánea.
La suya es una dirección política basada en la negación de la lógica de la
violencia, en la lucha continua por las ideas de paz y de un nuevo orden
mundial, verdaderamente pacífico y justo.
Quisiera
añadir una consideración muy importante: Juan Pablo II es sobre todo un Hombre,
un Hombre con mayúscula. Y él es el defensor del hombre, de toda la humanidad.
El defensor de los derechos humanos sin hipocresía, un defensor sincero y
perseverante…Él es un verdadero apóstol de humanismo.
15. LECH
WALESA, Ex-presidente de la República de Polonia, habla de Juan Pablo II
Estoy
seguro de que, entre todos los líderes de la historia, Su Santidad Juan Pablo
II ocupa un lugar especial. No sólo porque es el jefe espiritual de muchos de
miles de católicos, sino también porque es Vicario de Cristo.
En su
primer viaje a Polonia, el Santo Padre nos dio tres sencillas indicaciones:
"Vivid en la verdad", "No tengáis miedo", "Cambiad el
rostro de esta tierra"… Aquella semilla plantada en la tierra polaca dio como
fruto el nacimiento de los primeros sindicatos libres en un país comunista, y
contribuyó, sucesivamente, a la libertad de Polonia, así como a la de toda la
Europa del Este, con la caída más general del comunismo.
Alguien
ha dicho que ésta ha sido la respuesta justa a la pregunta de Stalin, que había
preguntado riéndose: "¿Cuántas divisiones militares tiene el Papa?".
En efecto, no tenía ni una, per la "palabra que se convierte en sustancia
ha sido capaz de cambiar el destino de países e imperios… Así, pues, si
preguntáis quién es el autor de la independencia polaca y de la caída del Muro
de Berlín y del imperio soviético, la respuesta es una sola: Juan Pablo II. Sin
él todo esto no habría sucedido nunca. Él ha activado la reacción en cadena de
la que somos testigos.
16.
¿Habla Juan Pablo II sólo para los católicos?
Todos
hemos sentido alguna vez miedo. Cada día que nos levantamos, cuando encendemos
la radio, solemos tener la duda, quizá la sospecha, de que la fecha esté
marcada en el calendario en color de rojo. ¿Qué nos pasará hoy? ¿Qué habrá
ocurrido en España, en Europa, en el mundo? ¿Y la amenaza de la guerra? ¿Y el
hambre, el terrorismo, la violencia? Son sentimientos comunes a todos los
hombres. Y, sin embargo, cuando el 22 de octubre de 1978, el recién elegido
Juan Pablo II pronunció en la plaza de San Pedro aquella, hoy ya, famosa frase
de “!No tengáis miedo!” estaba haciendo una invitación a todos los hombres, a
cada uno de nosotros, a no tener miedo. Era una invitación a pensar que los
hombres, todo hombre y todos los hombres, hemos sido redimidos por Cristo. Como
Juan Pablo II nos recordó en su primera encíclica, Redemptor Hominis, el poder
de la Cruz de Cristo y de su resurrección es más grande que todo el mal que
pueda hacer que el hombre tenga miedo. Juan Pablo II se dirige al corazón
atemorizado del hombre con el eco de las palabras del Maestro: No tengáis
miedo.
El
mensaje del Papa y sus destinatarios (31-40)
17.
¿Habla Juan Pablo II sólo para los ricos, los poderosos, los que tienen cultura?
El
lenguaje de Juan Pablo II es el lenguaje universal del corazón del hombre. Juan
Pablo II no sólo habla a los jefes de las naciones, a los líderes del mundo.
También lo hace cuando se acerca a un niño y le acaricia; cuando abraza a un
sacerdote anciano; o cuando mira a los ojos de su interlocutor. Juan Pablo II
nos recuerda, en cada uno de sus gestos, en cada una de sus palabras, que es
testigo de la vida que es más fuerte que la muerte; que es testigo de Dios, que
da la vida porque es amor. El amor es patrimonio de todos los hombres. Para
Dios, que es amor, no importa tener mucho o tener poco, saber mucho o saber
poco. Lo que Dios quiere, y nos lo repite constantemente Juan Pablo II, es que
el hombre, todo el hombre y todos los hombres, conozcamos y amemos a Cristo,
nuestro salvador. En su primera encíclica, Juan Pablo II nos dijo que la misión
del cristiano es “revelar a Cristo al mundo, ayudar a todo hombre para que se
encuentre a sí mismo en él, ayudar a las generaciones contemporáneas de
nuestros hermanos y hermanas, pueblos, naciones, Estados, humanidad, países en
vías de desarrollo y países de la opulencia, a todos, a conocer “las
insondables riquezas de Cristo” porque éstas son para todo hombre y constituyen
el bien de cada uno”.
18. ¿Qué
les ha dicho Juan Pablo II a los niños?
Un día,
Jesús, dijo “Dejad que los niños se acerquen a mí”. Juan Pablo II también ha
repetido las palabras del Maestro: Dejad que los niños se acerquen a mí. El 13
de diciembre de 1994, el Papa escribió una deliciosa carta a los niños del
mundo en la que les decía que “si es cierto que un niño es la alegría no sólo
de sus padres, sino también de la Iglesia y de toda la sociedad, es cierto
igualmente que en nuestros días muchos niños, por desgracia, sufren o son
amenazados en varias partes del mundo: padecen hambre y miseria, mueren a causa
de enfermedades y de la desnutrición, perecen víctimas de la guerra, son
abandonados por sus padres o condenados a vivir sin hogar, privados del calor
de una familia propia, soportan muchas formas de violencia y de abuso por parte
de los adultos”. Juan Pablo II nos ha enseñado a los mayores, hablando a los
niños, qué significa aquello que dijo Jesús: ¿Si no os hacéis como niños no
entraréis en el reino de los cielos? Sólo quienes encuentran en Dios a un
Padre; sólo los que están llenos de entrega confiada y son ricos en bondad y
puros, son como niños. La mejor tarjeta de presentación para entrar en el reino
de los cielos.
19. ¿Qué
les ha dicho Juan Pablo II a los ancianos?
Cumplidos
ya 79 años, un día, Juan Pablo II, cogió su pluma y se puso escribir una carta
a los ancianos. La carta comenzaba así: “He sentido el deseo, siendo yo también
anciano, de ponerme en diálogo con vosotros. Lo hago, ante todo, dando gracias
a Dios por los dones y las oportunidades que hasta hoy me ha concedido en
abundancia”. Más adelante, el Papa anciano nos recordaba a todos que “los
ancianos ayudan a ver los acontecimientos terrenos con más sabiduría, porque
las vicisitudes de la vida los han hecho expertos y maduros. Ellos son
depositarios de la memoria colectiva y, por eso, intérpretes privilegiados del
conjunto de ideales y valores comunes que rigen y guían la convivencia social.
Excluirlos es como rechazar el pasado, en el cual hunde sus raíces el presente,
en nombre de una modernidad sin memoria”. Y, al final, el Papa anciano invitaba
a los ancianos del mundo a rezar con el: “Cuando venga el momento del “paso”
definitivo, concédenos afrontarlo con ánimo sereno, sin pesadumbre por lo que
dejemos. Porque al encontrarte a Ti, después de haberte buscado tanto, nos
encontraremos con todo valor auténtico experimentado aquí en la tierra, junto a
quienes nos han precedido en el signo de la fe y de la esperanza”.
20. ¿Qué
les ha dicho el Papa a los jóvenes?
Los
jóvenes están muy cerca del corazón del Papa, como estuvo el joven discípulo
amado durante la última cena muy cerca del corazón de Jesús. Cada vez que Juan
Pablo II se reúne con los jóvenes se repite aquella escena del evangelio en la
que el Maestro respondió a la inquieta pregunta de un joven rico, después de
mirarle fijamente a los ojos, y le dijo que para conseguir la vida eterna debía
vender cuanto tenía, dárselo a los pobres y seguirle. Pero como nos cuentan los
Evangelios, el joven rico se marchó triste. Juan Pablo II no quiere que ningún
joven del mundo se marche triste a la vida diaria, después de haber cruzado su
mirada con la Cristo. Muestra de ello es la carta a los jóvenes que el Papa
firmó el 31 de marzo de 1985. En ella decía: “La Iglesia mira a los jóvenes; es
más, la Iglesia de manera especial se mira a sí misma en los jóvenes, en todos
vosotros y a la vez en cada una y en cada uno de vosotros. Así ha sido desde el
principio, desde los tiempos apostólicos. Las palabras de san Juan en su
Primera Carta pueden ser un singular testimonio: -decía san Juan- Os escribo,
jóvenes, porque habéis vencido al Maligno. Os he escrito a vosotros, hijos
míos, porque conocéis al Padre… Os he escrito, jóvenes, porque sois fuertes y
la Palabra de Dios permanece en vosotros”.
21. ¿Qué
les ha dicho el Papa a las mujeres?
El 4 de
septiembre de 1995 se inauguró al Conferencia de Pekín sobre la mujer en el
mundo. La Secretaria General de esa conferencia, la señora Gertrude Mongella,
se había reunido meses antes con Juan Pablo II. Al término de la entrevista
comentó que “si todo el mundo razonará como Juan Pablo II, no sería necesario
celebrar conferencias de esta clase”. El 29 de junio de 1995, Juan Pablo II
escribió una Carta a las mujeres en la que decía “la dignidad de la mujer ha
sido ignorada con demasiada frecuencia y sus prerrogativas, tergiversadas. Se
las ha relegado al margen de la sociedad y se las ha reducido a simples
siervas, lo que ha conducido a un empobrecimiento espiritual de la humanidad”.
Juan Pablo II ha explicado, como nadie, lo que es y significa “el genio
femenino”, y nos ha recordado a todos que “el respeto por la mujer, el asombro
por el misterio de la feminidad, y en fin, el amor esponsal de Dios mismo y de Cristo
como se manifiesta en la Redención, son todos elementos de la fe y de la vida
de la Iglesia que no han estado nunca completamente ausentes de Ella”. Juan
Pablo II ha abierto las espuertas a una rica y fecunda teología de la mujer,
que se fija en la Virgen María como inspiradora sin igual.
22. ¿Qué
les ha dicho el Papa a las familias?
Cuando
Juan Pablo II le habla a las familias, piensa siempre en la Sagrada Familia de
Nazaret. Cristo vino al mundo en el seno de una Familia. Y Cristo viene a cada
una de nuestras familias en la medida en que son lo primero y los más
importante para cada uno de nosotros, y, así, se cumple lo que afirma el
Concilio Vaticano II, que Cristo “manifiesta plenamente el hombre al propio
hombre”. Muchas han sido las ocasiones en las que Juan Pablo II se ha dirigido
a las familias. Hay dos textos suyos de especial relevancia: la encíclica
“Familiaris consortio” y la Carta a las Familias, con motivo del año
internacional de las familias. En ambos textos, el Papa insiste en que no hay
persona, ni sociedad, sin familia. La especial preocupación de la Iglesia, y el
particular trabajo por la causa de la familia, no es más que un empeño por la
dignidad del hombre, por la defensa del hombre en toda su integridad. La
familia es la auténtica escuela de amor, de verdad, de caridad, de libertad y
de generosidad. El futuro del hombre, de la humanidad, depende de la familia.
“La Iglesia, ha escrito Juan Pablo II, conoce el camino por el que la familia
puede llegar al fondo de su más íntima verdad. Este camino, que la Iglesia ha
aprendido en la escuela de Cristo y en la de la historia no lo impone, sino que
siente en sí la exigencia apremiante de proponerla a todos sin temor, con gran
confianza y esperanza, aun sabiendo que la “buena nueva” conoce el lenguaje de
la cruz”.
23. ¿Qué
les ha dicho el Papa a los sacerdotes?
Es
posible que la imagen de los sacerdotes en los medios de comunicación no esté
muy bien tratada. Y, por tanto, sea difícil explicar hoy qué es un sacerdote.
Sin embargo, si miramos a Juan Pablo II nuestras dudas se aclaran. El Papa es
el gran párroco del mundo. Cada año, desde hace muchos, Juan Pablo II escribe a
todos los sacerdotes una carta con motivo del jueves santo. El Papa comenzó a
forjar su corazón y su inteligencia de padre y pastor desde el día de su
ordenación sacerdotal. Fue su inicial ministerio la mejor escuela de caridad,
de vida y de entrega a la Iglesia. Con motivo del cincuenta aniversario de su
ordenación sacerdotal, escribió un precioso libro en el que contaba su vocación
al sacerdocio. Y decía “ si se analizan las aspiraciones del hombre
contemporáneo en relación con el sacerdote, se verá que, en el fondo, hay en el
mismo una sola y gran aspiración: tiene sed de Cristo. ¡Al sacerdote se le pide
a Cristo! Y de él, el hombre contemporáneo, tiene derecho a esperarlo, ante
todo mediante el anuncio de la Palabra”.
24. ¿Cuál
es la mirada de Juan Pablo II sobre los interrogantes del hombre contemporáneo?
Ya en su
primer saludo a la ciudad de Roma y al mundo, Juan Pablo II interpeló a los
hombres y mujeres de nuestro tiempo con una exclamación que ha repetido después
en numerosas ocasiones: “¡no tengáis miedo!, sólo Cristo conoce el corazón del
hombre”. En la encíclica Redemptor Hóminis, que señala las líneas maestras de
su pontificado, Juan Pablo II afirma que el hombre, con sus esperanzas,
debilidades y temores, es el camino que debe recorrer la Iglesia. La tarea de
la Iglesia es orientar la mirada y la conciencia del hombre hacia Cristo, el
único que puede darle el sentido pleno de su existencia. En este sentido, el
Papa no ha dejado de recordar que no existe ningún otro interlocutor que esté a
la altura de los deseos y las exigencias del corazón humano, sino Jesucristo.
¡Qué
valor debe tener el hombre a los ojos del Creador, si ha merecido tener tan
grande Redentor!, exclama Juan Pablo II en su primera Encíclica. En realidad el
cristianismo es este profundo estupor respecto al valor y la dignidad del
hombre.
25. ¿Qué
lugar ocupa la defensa y promoción de la vida, en el Magisterio de Juan Pablo
II?
Consciente
de las especiales dificultades de la cultura contemporánea para reconocer el
significado y valor de la vida humana en toda su plenitud, Juan Pablo II ha
colocado “el Evangelio de la vida” en el centro de su magisterio. La encíclica
Evangelium Vitae, es una bellísima exposición del valor sagrado e inviolable de
toda vida humana, desde su inicio y hasta su término. Sobre este valor se
fundamentan, advierte el Papa, la convivencia humana y la misma comunidad
política.
No ha
faltado en sus intervenciones, la denuncia de las amenazas que se ciernen sobre
la vida humana: el aborto, la eutanasia y la manipulación de embriones; también
el terrorismo y la explotación económica que condena al hambre a poblaciones
enteras.
Juan
Pablo II observa una especie de eclipse del valor de la vida en nuestra cultura
contemporánea, y por eso pide a todos los miembros de la Iglesia, que ofrezcan
nuevos signos de esperanza para edificar una civilización de la verdad y del
amor.
26. ¿Por qué
considera Juan Pablo II a las familias una esperanza firme para el futuro de la
humanidad?
El Papa
ha dedicado una parte importante de su predicación a explicar el profundo
misterio de la unión conyugal, así como la vida de la familia que nace de ella.
El ser humano no fue creado para la soledad, sino para la comunión, y ésta se
realiza de un modo singular en la relación entre un hombre y una mujer que
deciden unir sus existencias en un único proyecto de vida. Juan Pablo II
observa que a pesar de las dificultades, Jesús no dejó de afirmar el designio
originario de Dios sobre el matrimonio: un amor incondicional, indisoluble y
abierto a la vida. Como pastor cercano, el Papa no desconoce las dificultades y
los dramas en la vida de las familias, pero también sabe que Jesús proporciona
a los esposos, a través del sacramento, la gracia necesaria para superarlas.
Las familias cristianas están llamadas a ofrecer un testimonio de caridad y
acogida, convirtiéndose así en protagonistas de la misión de la Iglesia.
27. ¿Cómo
entiende Juan Pablo II la relación entre la fe y la razón humana?
Para Juan
Pablo II la fe y la razón son como las dos alas con las cuales el espíritu
humano se eleva hacia la contemplación de la verdad. Por una parte, en el
hombre alienta el deseo de conocer la verdad de sí mismo, de la realidad entera
y de su Misterio último, que es Dios. Por otra, Dios mismo ha querido revelarse
en términos comprensibles, a través de las palabras y los gestos de Jesucristo,
el Hijo de Dios hecho hombre. En su encíclica Fides et Ratio, Juan Pablo II
muestra el drama de la separación entre fe y razón, porque si la razón del
hombre se ve privada de la Revelación, se vuelve presuntuosa o tiende a
renunciar a su meta final; y si la fe ignora la razón, corre el peligro de
verse reducida a mito o superstición.
Por eso
ha pedido a los filósofos y científicos una nueva apertura al anuncio
cristiano, y a los teólogos, un renovado empeño para expresar la fe en el
contexto cultural de nuestro tiempo.
28. ¿Qué
novedad aporta el magisterio de Juan Pablo II sobre el trabajo humano?
La
experiencia personal del mundo del trabajo que Karol Wojtyla llevó consigo a la
Sede de Pedro, le ha permitido elaborar un magisterio especialmente rico y
original sobre esta materia. De hecho, Juan Pablo II es el primer Papa de la
historia que ha dedicado toda una Encíclica al trabajo humano, la Laborem
Exercens. En ella afirma que el trabajo es la clave esencial de toda la
cuestión social. Especialmente sugestiva es la presentación que hace en este
documento de la dimensión subjetiva del trabajo: el sujeto del trabajo es el
hombre, creado a imagen y semejanza de Dios, que ha recibido el encargo de
“dominar la tierra”. Por eso el hombre, mediante su trabajo, participa en la
tarea de la creación, y al mismo tiempo se realiza en su humanidad. El Papa
recuerda con fuerza la prioridad del trabajo humano sobre el capital, y subraya
la solidaridad como nota distintiva de la verdadera experiencia del trabajo
vivida en común. En sus numerosos viajes, no ha dejado de alzar la voz en
defensa de condiciones laborales más justas para los trabajadores.
29. ¿De
qué forma ha afrontado Juan Pablo II la relación entre la Iglesia Católica y el
judaismo?
Movido
por su propia experiencia y sensibilidad personales, Juan Pablo II ha hecho
avanzar con determinación el diálogo de la Iglesia católica con el mundo judío.
Quedan para la historia su visita a la Sinagoga de Roma, en la que se dirigió a
los judíos como “nuestros hermanos mayores”; su discurso en el museo del Holocausto
de Jerusalén, donde afirmó que sólo una ideología sin Dios podía llevar a cabo
el exterminio de un pueblo entero; y su oración en el Muro de las
Lamentaciones, donde pidió perdón a Dios por cuantos en la historia han causado
sufrimiento a los hijos de Abraham. Bajo su impulso se publicó una reflexión
sobre la tragedia de la Shoá, en la que la Iglesia expresa el deseo de
construir un futuro nuevo en el que no existan sentimientos antijudíos entre
los cristianos, ni sentimientos anticristianos entre los judíos, sino el
respeto mutuo exigido entre quienes adoran al único Creador y Señor, y
consideran a Abraham su padre común en la fe.
30.
¿Cuáles son para Juan Pablo II las claves para establecer una paz justa y
duradera en el mundo?
Los
pilares de la paz verdadera son la justicia y esa forma particular del amor que
es el perdón, afirmó el Papa pocos meses después de la tragedia del Once de
Septiembre. Recogiendo la idea de San Agustín, Juan Pablo II define la paz como
“la tranquilidad del orden”, que es mucho más que la ausencia de hostilidades:
es el orden establecido por Dios, que tiene en su centro la dignidad inviolable
de cada persona. Consciente de los numerosos conflictos que afligen a nuestro
mundo, Juan Pablo II advierte que la verdadera paz requiere sanar las heridas
abiertas en las relaciones entre personas y comunidades, y para eso son
necesarias la justicia y el perdón. Por un lado, la justicia es una virtud
moral y una garantía legal que vela sobre el pleno respeto de los derechos y
los deberes de todos. Pero el Papa advierte con sabiduría que la justicia
humana es siempre frágil e imperfecta, por lo que debe completarse con el
perdón, que cura las heridas y restablece en profundidad las relaciones humanas
truncadas.
31. ¿Qué
le ha impulsado a Juan Pablo II a realizar 103 viajes apostólicos?
Fue Jesús
quien encomendó a los apóstoles la misión de ir por el mundo para predicar el
Evangelio. Evangelizar, comunicar la Buena Nueva por todos los rincones del
planeta… San Pablo en su carta a los romanos escribió con poético realismo:
"Qué hermosos son los pies de aquellos que van proclamando el esperanzador
anuncio de la paz"… Juan Pablo II siguiendo la voluntad de Cristo y con el
entusiasmo de Pablo, pocos días después del inicio del pontificado, dejó claro
que su pontificado sería itinerante. El telón de fondo del papado no solo sería
la cúpula y la plaza de San Pedro, serían también rascacielos, aldeas perdidas,
campos y ciudades de los cinco continentes. Desde el primer momento sus
palabras no dejaron lugar a dudas: "Quiero acercarme a todos, a los qu
rezan y donde rezan… Al beduino en la estepa, a la carmelita o al monje
cisterciense en sus conventos; al enfermo en su lecho de sufrimiento, al
oprimido, a los humillados… a todos y por doquier. Desearía traspasar el umbral
de todas las casas…He decidido viajar hasta los extremos confines de la
tierra". A los periodistas, en uno de los vuelos nos dirá: "Cada día
recorro en la oración una geografía espiritual… Mi espiritualidad es un poco geográfica".
32.
¿Cuáles son los objetivos de los viajes del Papa?
Al
regresar de una de las visitas a África, Juan Pablo II explicó que se
consideraba el párroco del mundo: "Hasta ahora los feligreses se acercaban
a la parroquia, ahora es el párroco quién debe ir entre las gentes".
Confirmar a los hermanos en la fe es la razón principal de "estas
peregrinaciones al santuario viviente del pueblo de Dios". Tres meses
después de su elección a la cátedra de Pedro, en su primer viaje pastoral a
Méjico, para presidir en Pueblo de los Ángeles la tercera conferencia del
episcopado latino americano, en la escala de Santo Domingo le preguntamos al
papa: "¿hacia donde iba el pontificado de Juan Pablo II? y contestó sin
dudarlo "Hacia adelante, en busca y en defensa del hombre y con el
Evangelio en la mano". Al regresar a Roma una semana más tarde, el primero
de febrero de 1979, dirá: "He rezado por un mundo mas pacífico, más justo
y más humano". Confirmar y alentar a los hermanos en la fe es la principal
razón de los viajes de Juan Pablo II. No importa que sean pocos, como en
Azerbayan donde la comunidad católica apenas son 130 miembros. El papa va para
asegurarles que está con ellos; que la Iglesia no les abandona.
33. ¿Qué
mensaje lanzó Juan Pablo II desde la sede de las Naciones Unidas en 1995?
El Papa
ante la Asamblea general de la ONU, planteó la necesidad de elaborar una Carta
Internacional de los derechos de los pueblos, una Carta Magna, como medio siglo
antes, fue la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
Desde la
tribuna de los oradores, en el palacio de cristal, acusó a los
"nacionalismos exclusivos de causar una pesadilla de violencia". Hizo
referencia "a los derechos de las naciones" como "complemento
imprescindible de los derechos humanos y señaló que solo con la transformación
cualitativa de este esperanzador foro mundial, identificado con la paz "se
podrá -dijo el Papa- acabar también cn la guerra fría. Les animó a superar los
miedos y construir una civilización basada en la solidaridad. Pronunció un mensaje
apasionado que concluyó con un vehemente anhelo: "Con la ayuda de Dios
podemos construir una verdadera cultura de la libertad. Podemos y ¡debemos
hacerlo!" y haciéndolo, nos daremos cuenta de que las lagrimas del siglo
XX han preparado el terreno para una nueva primavera del espíritu humano".
De pie, los cientos de delegados acogieron el discurso papal con quince minutos
de aplausos.
34.
¿Cuántas veces ha visitado Juan Pablo II su amada Polonia?
Nueve, la
última aunque muchos aseguran que ha sido la penúltima, fue a mediados del
pasado agosto, cuando acarició tierna melancólicamente los lugares más
queridos. Desde el helicóptero sobrevoló, su Wadowice natal, transcurrió cuatro
días en Cracovia, Rezó en la catedral de Wavel donde fe ordenado sacerdote en
946, visitó la Iglesia de San Florian, de la que fue vice parroco, la tumba de
sus padres y desde el cielo admiró los montes Tatra donde esquiaba desde niño.
Fue el viaje en el recuerdo, el viaje de la memoria. Desde el primero habían
transcurrido 23 años. Era el 2 de junio de 1979, Polonia estaba bajo el Imperio
Soviético pero en la plaza de la Victoria, aquella misma tarde Juan Pablo II
celebró la Misa junto a una gigantesca cruz y en la homilía afirmó que:
"No se puede excluir a Jesucristo de la historia del hombre; que no se le
puede excluir en ninguna parte del globo y en cualquier latitud y longitud
geográficas". En el segundo viaje, en 1983 en Polonia volvieron a oirse
rumor de sables y al sindicato Solidaridad le habían cortado las alas… Fue un viaje
triste, cargado de amenazas. El papa volvió en 1987 para recordarle a Moscú, en
presencia del marxista, general Jaruzelski "que Polonia conserva intacta
la fe cristiana y propone la propia victoria espiritual al Este que se enfrenta
a Dios y al rico Occidente que se jacta de no necesitar al Señor".
35. ¿Cuál
ha sido el viaje para Juan Pablo II con mayor significado?
Sin duda,
el viaje a la Tierra de Cristo… a Tierra Santa. Más que un viaje una
peregrinación a los lugares donde nació Jesús -Belen- a Nazareth donde vivió
con sus padres… a Galilea por donde fue predicando el Evangelio, a Jerusalén
donde Cristo sufre la Pasión, Muerte y Resucitará para darnos la Vida Eterna.
Era el sueño de un pontificado itinerante que logrará hacerse realidad el 20 de
marzo del 2000. Ese día el sucesor de Pedro hizo el camino inverso al apostol.
Desde la Ciudad Eterna a la Ciudad Santa. Una semana más tarde, Juan Pablo II
se despidió de Jerusalén, subiendo al Gólgota y besando la piedra del sepulcro
en la Basílica del Santo Sepulcro, pero antes había rezado en el Monte de los
Olivos y celebrado la Eucaristía en el Cenáculo.
Visitó al
Gran Mufti junto a la mezquita de Albutar y a los hebreos les rindió un
homenaje visitando el Museo del Holocausto y en el Muro de las Lamentaciones,
dejó escrito la petición de perdón por el daño que la Iglesia Católica ha
podido hacer al pueblo judío. A los unos y a los otros, les pidió “trabajar”
36. ¿Qué
espera el Papa de los jóvenes del tercer milenio?
En el
discurso del Papa a los jóvenes en el Monte del Gozo en Santiago de Compostela,
les dijo expresamente:” No tengáis miedo a ser santos...” El Papa invita a los
jóvenes a ser heraldos del Evangelio, mensajeros del amor, testigos valientes
de Cristo que no tengan miedo a proclamar con su vida que hoy Cristo, sigue
viviendo en medio de nosotros. Les invita a que sean mensajeros de verdad, para
ser testigos en el mundo, sobre todo ante sus compañeros de viaje, los jóvenes,
que buscan el camino, la verdad, y la vida... “Ha llegado la hora de la nueva
evangelización”, y a ello invita con fuerza el Papa... porque hoy más que nunca
el mundo necesita de ti, de mi, de todos, para proclamar con fuerza el mensaje
del Evangelio: que sólo el amor podrá hacer arder al mundo.
37. El
Papa está trabajando por la paz ¿qué les pide a los jóvenes constructores de
paz?
Nadie
pone en duda la situación por la que está atravesando el mundo, ni los
esfuerzos del Papa por que la Paz sea una realidad, y no una utopía. Pero el
Papa, siempre ha sido el heraldo de la paz, y en el mensaje que transmitió a
los jóvenes en Santiago en el año 1989 les dijo: “...Queridos jóvenes, la
expectativa que la humanidad va cultivando entre tanta injusticia y
sufrimiento, es la nueva evangelización marcada por la libertad y la paz. Los
jóvenes, según palabras del Papa, son los constructores que, guiados por la
fuerza del amor, para edificar en la ciudad del hombre, la ciudad de Dios. Y
les dice que son el futuro, son el mañana, colaboradores con Dios en la
edificación de la civilización del amor. Y atendiendo a las palabras del Papa,
nosotros, jóvenes del tercer milenio, hemos de ser testigos de ese mensaje de
paz y amor que brota de un Cristo que hoy nos sigue animando a construir un
mundo mejor... pero solo podremos conseguirlo, si en nuestro entorno más
cercano somos capaces de construir y transmitir esa paz. Sólo así, haremos
posible que ese mundo mas justo, ese sueño de un mundo en paz se haga realidad.
38. ¿Que
dice el Papa a los jóvenes novios y matrimonios en un mundo en el que la
familia esta siendo atacada?
Con
ocasión del encuentro del Papa con los jóvenes en el estadio Santiago Bernabéu
en su primera visita a España, dirigiéndose a los jóvenes les dijo: “Jóvenes
que me escucháis... Cristo desea enseñaros la maravillosas riqueza del amor
conyugal. Dejad que sea Él quien hable a vuestro corazón. No huyáis de Él.
Tiene algo importante que deciros para el futuro de vuestro amor...” Invita a
los jóvenes a que se esfuercen por descubrir la verdadera dimensión del amor,
dejando de lado lo que el mundo quiere venderles. Los jóvenes han de hacer que
el amor vuelva a su fuente;: Cristo, siendo testigos de la verdad, del amor...
única verdad digna de seres humanos, llamados a formar parte de la familia de
Dios...
39. ¿Que
dice el Papa a los jóvenes que sienten la llamada del Señor a la vida
consagrada?
En el
discurso que el Papa dirigió a los jóvenes en Santiago de Compostela, allá por
el año 1989, les dijo: “...Mis amados jóvenes, ¡no tengáis miedo de responder
con generosidad a la llamada del Señor. ¡Que vuestra fe brille ante el mundo!
¡Que vuestras acciones muestren vuestro compromiso derivado del mensaje de
salvación del Evangelio...! ¡... Mis queridos jóvenes de todos los continentes,
¡no tengáis miedo de ser los santos del nuevo milenio! Sed contemplativos y
amantes de la oración, coherentes con vuestra fe y generosos en el servicio a
los demás... escuchadme, responded al Señor con corazón fuerte y generoso...”
Hoy, los jóvenes del tercer milenio siguen respondiendo con generosidad a la
llamada del Señor que les invita a seguirle... jóvenes testigos y testimonios
vivos para el mundo... jóvenes que nos siguen demostrando que merece la pena
entregar una vida por el Reino.
40. ¿Qué
dice el Papa a los jóvenes que quieren comprometerse en el mundo?
En el
discurso que el Papa dirige a los jóvenes en su alocución de bienvenida en el
Exhibition Place de Toronto el pasado año, dirigiéndose entusiasmado a los
miles de jóvenes congregados les dice: “...Queridos jóvenes, cuando, sabéis ser
dignamente sencillos en un mundo que paga cualquier precio al poder; cuando
sois limpios de corazón entre quien juzga sólo en términos de sexo, de
apariencia o hipocresía; cuando construís la paz en un mundo de violencia y de guerra;
cuando lucháis por la justicia ante la explotación del hombre por el hombre o
de una nación por la otra; cuando con la misericordia generosa no buscáis la
venganza; sino que llegáis a amar al enemigo; cuando en medio del dolor y las
dificultades no perdéis la esperanza y la constancia en el bien, apoyados en el
consuelo y ejemplo de Cristo y en el amor al hombre hermano. Entonces os
convertís en transformadores eficaces y radicales del mundo y en constructores
de la nueva civilización del amor, de la verdad, de la justicia, que Cristo
trae como mensaje...no tengáis miedo, Cristo está con vosotros...”
41. ¿Qué
dice el Papa a los jóvenes sobre la felicidad?
En
Toronto, durante la vigilia de oración en Downsview con los jóvenes, muy
ilusionado les dijo: “... El espíritu del mundo ofrece muchos espejismos,
muchas parodias de la felicidad. Quizá no haya tiniebla más densa que la que se
introduce en el alma de los jóvenes cuando falsos profetas apagan en ellos la
luz de la fe, de la esperanza y del amor. El engaño más grande, la mayor fuente
de infelicidad es el espejismo de encontrar la vida prescindiendo de Dios, de
alcanzar la libertad excluyendo las verdades morales y la responsabilidad
personal. Jesús os invita a elegir entre estas dos voces...” Y esa es la clave
de la felicidad, un hombre, un nombre que todo lo llena: Cristo Jesús que tiene
palabras de vida eterna.
Último sacerdote ordenado
por Juan Pablo II ofrece 365 razones para no tener miedo
El Padre
Maurizio Mirilli fue ordenado sacerdote por el Beato Juan Pablo II en la última
ceremonia de ordenación en la diócesis de Roma que el futuro santo presidió en
mayo de 2004, poco menos de un año antes de morir.
El sacerdote, que hoy tiene 42 años de edad, se ha dedicado a trabajar en la pastoral juvenil e inspirado en el Pontífice polaco ha escrito un libro para jóvenes titulado “365 motivos para no tener miedo”.
En una entrevista con con motivo del 35 aniversario de la elección pontificia de Juan Pablo II, ACI Prensa entrevistó al P. Mirilli, quien aseguró que la famosa frase “¡No tengan miedo!” lo marcó para siempre y le ayudó “a ser fiel a Cristo y estar a la altura de continuar la transmisión de los valores cristianos para ayudar a los jóvenes de hoy a no tener miedo de amar a Dios”.
Inspirado por “el Papa de los jóvenes”, el sacerdote italiano escribió esta especie de manual con un mensaje para cada día del año que anima a los jóvenes a ser fieles a Cristo.
“El haber sido ordenado sacerdote por el Papa de los jóvenes y por un futuro santo, es algo muy hermoso y me hace sentir todavía más cerca la presencia del Espíritu Santo”, dijo.
“Él fue para mí un punto de referencia fundamental durante todo mi camino de formación” y “celebrar este aniversario siendo consciente de que el próximo año el Beato Wojtyla será proclamado santo es para mí sin duda una gran emoción”, concluyó.
En el aniversario de la elección pontificia de Juan Pablo II, el P. Mirilli celebró una Misa junto a los jóvenes de Roma en su memoria y aseguró que están preparándose para la gran celebración del próximo 27 de abril de 2014, el domingo de la Divina Misericordia, durante el cual el Papa Francisco lo canonizará junto al Beato Juan XXIII.
El sacerdote, que hoy tiene 42 años de edad, se ha dedicado a trabajar en la pastoral juvenil e inspirado en el Pontífice polaco ha escrito un libro para jóvenes titulado “365 motivos para no tener miedo”.
En una entrevista con con motivo del 35 aniversario de la elección pontificia de Juan Pablo II, ACI Prensa entrevistó al P. Mirilli, quien aseguró que la famosa frase “¡No tengan miedo!” lo marcó para siempre y le ayudó “a ser fiel a Cristo y estar a la altura de continuar la transmisión de los valores cristianos para ayudar a los jóvenes de hoy a no tener miedo de amar a Dios”.
Inspirado por “el Papa de los jóvenes”, el sacerdote italiano escribió esta especie de manual con un mensaje para cada día del año que anima a los jóvenes a ser fieles a Cristo.
“El haber sido ordenado sacerdote por el Papa de los jóvenes y por un futuro santo, es algo muy hermoso y me hace sentir todavía más cerca la presencia del Espíritu Santo”, dijo.
“Él fue para mí un punto de referencia fundamental durante todo mi camino de formación” y “celebrar este aniversario siendo consciente de que el próximo año el Beato Wojtyla será proclamado santo es para mí sin duda una gran emoción”, concluyó.
En el aniversario de la elección pontificia de Juan Pablo II, el P. Mirilli celebró una Misa junto a los jóvenes de Roma en su memoria y aseguró que están preparándose para la gran celebración del próximo 27 de abril de 2014, el domingo de la Divina Misericordia, durante el cual el Papa Francisco lo canonizará junto al Beato Juan XXIII.
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